martes, 8 de junio de 2010

Palabras

Palabras, muchas palabras. Cuantas palabras se habran dicho? Y cuantas de esas palabras dichas, convendra recordar? Si hemos dicho palabras de mas o no dijimos la palabra adecuada en el momento adecuado, esas son cosas que de verdad, no conviene recordar. Muchas veces dijiste que yo te envolvia con mis palabras, cosa que ahora ya no funciona. Como podras darte cuenta he agotado mis argumentos para convencerte de que te quedaras primero y ahora de que regresaras. Comprendo que ya no habra poder humando que te haga regresar, es mas creo que ya no quiero que regreses, porque si regresas vas a estar a disgusto, vas a estar con la mente en otra parte, en el d.f. especificamente. En fin, palabras, simples palabras, que por dichas, ya ni conviene recordarlas. Ahora no estoy tan seguro de sobrevivir,tu dices que no haga decretos, que pida a Dios de manera correcta, pero que le voy a pedir? Dios me dio todo lo que tengo y por mis imprudencias lo estoy perdiendo. Sabes que es lo que mas me duele? No estar cerca de mis hijas y seria capaz hasta de fingirte amor, con tal de estar cerca de ellas, pero no se me hace justo ni para mi, ni para ellas, yo necesito que alguien me quiera, me consienta, me apapache y ellas necesitan verme positivo y feliz, si no es asi, de nada sirve estar juntos. No se, son solo palabras, y no quisiera arrepentirme de decir algo que pudiera llegar a lastiamrte, a pesar de todo lo sucedido, no quiero herirte, nunca ha sido esa mi intencion, aunque mis acciones digan lo contrario. Mas palabras, ya dichas, no las recuerdes, no conviene recordarlas.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Remordimientos antiguos

Durante mucho tiempo estuve lamentandome de los errores que cometí. No vale la pena hablar de detalles, porque son bien conocidos. Decía que estuve lamentándome y culpándome de por todo lo sucedido, llegó el momento en que me sentí muy, pero muy mal y de tanto estar lamente y lamente lo ocurrido, se me olvido que la vida está llena de esos errores, que son oportunidades para tomar experiencia de lo vivido. He reflexionado y creo que en su momento hice lo que creí correcto, pero lastimé, mentí, y al final quede igual o peor que al principio, lo único que hice fué sobrevivir. Y hay otros remordimientos más antiguos, curiosamente de errores muy similares, al final de cuentas mi cáracter se debilitó y despues de ser el que decidia prácticamente todo, me convertí en un simple proveedor y en realidad tengo muchas dudas, muchas cosas hay confusas en mi mente. Me preocupan otras tantas cosas, la verdad no sé que hacer, mi cabeza bulle y bulle de ideas a cual mas loca y bueno no sé que pasará mañana. Los remordimientos siguen ahí, están vivos, me siguen restando energía. En fín, desde que te fuiste tengo muchas cosas en que pensar y nuevamente mi cabeza y mis ideas oscilan en los extremos, finalmente a donde llegaré , pues no lo sé, pero de remordimientos yo creo que ya estuvo bueno, no?

sábado, 20 de marzo de 2010

Recuerdos y madrugadas

Muchos son los recuerdos que vienen a mi mente cuando pienso en las madrugadas. Ha habido madrugadas en que he caminado por calles solitarias, sintiendo en la cara ese frío que hace entre las 3 y las 5 de la mañana. Ha habido madrugadas en mi vida, en que con unas copas, entre amigos o familiares hemos amanecido cantando pesimamente desde canciones de Juan Gabriel y José José, hasta las rancheras, norteñas y hasta las de banda. Ha habido madrugadas que pase viajando, de un país a otro, o de una ciudad a otra. Pero hubo madrugadas y fueron las mas lindas, esas en que estaba entre tus brazos, oyendo tu respirar, viendote dormir, sintiendo la calidez de tu cuerpo, escuchando el tic- tac del reloj, o mirando la pantallita roja del radio-reloj despertador, la ventana entreabierta, la cortina mecida por el viento, tu perfume en mi almohada, tu cuerpo arropado por mis brazos y tu despertar, para momentaneamente tocar el cielo. Hoy, mis madrugadas son de soledad, frías, silenciosas, sin cortinas que se muevan al viento, sin lo tibio de tu persona, sin tu perfume.

jueves, 25 de febrero de 2010

Lagrimas que no son mias

Muchas veces me pregunté si la vida que llevaba era la correcta. La gente que me conoce debe estar harta de esta pregunta, yo mismo, a veces creo que ya fué suficiente estar lamentando errores del pasado. Pero, no puedo evitar pensar en todas esas lagrimas derramadas, esas lagrimas que no eran mias, pero si provocadas por mi. ¿Que queda hoy en día por rescatar de todo eso?, pues nada. Hoy debería pensar más en el hoy, no en el ayer, ni mucho menos en el mañana. Alguna vez escuche decir: "Quieres hacer reir a Dios?", entonces haz planes. Yo no soy 100% religioso, ni creyente, me aferro a una fé que en realidad no se de donde nace, de qué se alimenta ni por qué permanece. Pero no debo desviarme de la idea original. Las lagrimas que no eran mias, eran tuyas, porque no fuí lo que creíste que sería o porque no cambié, ni me hice al modo que tu querias, necesitabas o exigias. Sé que en algún momento lloraste por mi, tal vez varias veces, tal vez muchas veces. Perdóname, nunca fué, ha sido, ni será mi intención herirte. Ojalá donde estas, encuentres lo que necesitas para ser feliz, para que haya valido la pena todo lo que has hecho.

martes, 23 de febrero de 2010

Una secreta esperanza

Vive en mi una secreta esperanza. Mezcla de optimismo con desesperanza, esa esperanza se alimenta de mis temores y mis ilusiones. Creo en mi capacidad de hacerte volver, pero al mismo tiempo me da miedo que vuelvas y que no seas quien yo espero, como le paso a Penélope, que seas una extraña. De hecho has cambiado tanto, te desconozco muchas veces y creo que nuca mas volverás a ser la misma. Yo tampoco soy el mismo, me he vuelto pasivo, hasta cobarde, creo.

martes, 9 de febrero de 2010

Un público desconsuelo

Así es, siento un público desconsuelo. Mi vida se ha ido convirtiendo en una marea que a ratos parece calma y a ratos está embravecida. Calma, pienso, pero no puedo evitar sentir coraje, impotencia, rabia y al final: un público desconsuelo. "Te ves como enfermo" me han comentado y yo no se qué contestar, porque finalmente sí estoy enfermo o en proceso de enfermarme. Las calles desiertas, la noche tan fría, la cama tan sola y mi alma casi rota. Me siento deprimido, triste, pienso y trato de razonar pero al final me doy cuenta que todo lo he generado yo mismo y... acaso lo merezco. Dar vuelta a la página, sería lo mas sencillo, pero también sería la acción más cobarde creo yo. Basta con saber que allá donde estás, vives contenta, cumples con tus objetivos y se ven cristalizados tus sueños. Mientras yo aquí, luzco un público desconsuelo. Quién va a leer esto, todos, nadie, alguien. De todas maneras seguiré escribiendo, aunque sea del interés mio y nada más.